La pintura como un sueño, fragmentos de imágenes y hechizos espectaculares, paisajes materiales y realistas. Se alterna en el lienzo una gran variedad de estados de ánimo dictadas por la fértil imaginación del artista. Colores y luces, esenciales para generar interés, la amplitud, la serenidad. Alexander Luigi Di Meglio se adentra en sí mismo y produce una serie de obras exteriores, que nacen de la realidad y la imaginación. Entre pincel y lápiz expresa su innovadora forma de percibir el arte, creando obras semi abstractas con color sobre color, pintura sobre pintura, articulaciones de los materiales de urdimbre, un expresionismo abstracto. Su trabajo se puede remontar a los pintores alemanes de mediados del siglo pasado, tales como la estructura pictórica por plantas, la identificación de los elementos geométricos en la naturaleza o la atención a los volúmenes de los objetos y la forma en que interactúan.
Sigo desde hace muchos años la pintura de Alexander Luigi Di Meglio, a través de la observación reflexiva de sus cuadros se nota siempre una experiencia educativa intensa, particularmente expresiva. Creo que la búsqueda sin fin, nunca del todo satisfecha, es la característica más destacada de la pintura Di Meglio, sin embargo, el elemento que es aún más importante, es su capacidad para involucrar al espectador, para iniciar un diálogo con él, un camino donde los colores son una expresión, y un mundo nuevo y diferente nace de sus pinturas. Un mundo que no conoce la mediocridad de la vida cotidiana y la desgraciada miseria de ser condicionados, un mundo que confunde por la intensidad emocional que genera. Y perderse puede significar volver a vivir, renovarse en el milagro que sólo el arte puede hacer.
Antonietta Campilongo